Publicado como: J.I. López Soria
¿un Vattimo limeño? (Intercambio epistolar Alfonso Ibáñez / José Ignacio López
Soria).
Hueso húmero. Lima, n° 52,
set. 2008, p. 153-161.
El intercambio se refiere al libro: López Soria, José Ignacio. Adiós a Mariátegui. Pensar el Perú en perspectiva postmoderna. Lima: Fondo Editorial del Congreso del Perú, 2007.
El intercambio se refiere al libro: López Soria, José Ignacio. Adiós a Mariátegui. Pensar el Perú en perspectiva postmoderna. Lima: Fondo Editorial del Congreso del Perú, 2007.
J.I. LÓPEZ SORIA, “¿UN VATTIMO LIMEÑO?
Guadalajara, Enero
del 2008.
Querido José Ignacio:
Muchas
gracias por el ejemplar que nos enviaste con Alberto de tu último libro, con la
solicitud de expresar una reacción crítica a tu “adiós”. Y eso es lo que haré
aquí, antes que nada como amigo, aunque también como compañero de aventuras
intelectuales y políticas en los años pasados. Lo cual me obliga a adoptar un
tono algo perplejo, como a ti te gusta, pues resulta que ahora las coordenadas
espacio-temporales nos separan inevitablemente.
Para comenzar diré que me
encontré sorprendido porque no sabía que ibas a escribir sobre Mariátegui, y
menos para despedirte de él. Después, al leer el libro me di cuenta de que,
fuera de algunas alusiones, en realidad tu escrito no era sobre Mariátegui,
sino de tu adiós a la modernidad en una perspectiva postmoderna. Como que en
verdad no le dedicas a él ni un ensayo o capítulo a fondo, lo cual hubiera sido
pertinente para creerte. Entonces, ¿por qué este título al libro? A mi me
parece que es una gran provocación, especialmente en el contexto peruano. Tal
vez muy postmoderna, pero que también incurre en una ligereza intelectual, para
ser sobrio, al asimilar simplemente a Mariátegui al ámbito discursivo de la
modernidad. Después regresaré sobre ello…
Hablando más
filosóficamente, a mi me resulta muy acertado el cuestionar las certidumbres de
la modernidad, como la del sujeto que va a conquistar y dominar el mundo
racionalmente, gracias a sus verdades objetivas y universales. Igualmente, el
destacar la importancia y riqueza de la multiculturalidad que aún está presente
en nuestro planeta, y que pone en entredicho a la monoculturalidad de la
tradición hegemónica de Occidente. De ahí que me haga eco de la “colonialidad
del poder y del saber”, tal como lo tematizan algunos intelectuales
latinoamericano, así Quijano en el Perú.
Si a este tipo de crítica
de la globalización neoliberal en curso contribuye la cultura postmoderna, no
tengo nada que objetar. Pero mucho me temo que su “pensamiento débil”, como el
de Vattimo, es más bien tímidamente conformista, y en todo caso eurocéntrico.
Además, sus salidas estéticas o religiosas no estimo que nos ayuden mucho, a no
ser que me equivoque…