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Lima, Peru
Filósofo e historiador. Nace en España en 1937 y llega al Perú como jesuita en 1957. Formación: humanidades clásicas y literatura, filosofía e historia. Especialización sucesiva: narrativa latinoamericana, filosofía moderna, filosofía de la existencia, historia de la emancipación peruana, pensamiento lukacsiano, historia de la ingeniería peruana y filosofía de la interculturalidad Profesor de la UNI (y rector 1984-89) y otras instituciones académicas en Perú, Budapest, Brasil y Túnez. Autor de 26 libros, 70 colaboraciones en obras colectivas y 150 artículos en revistas. Actualmente dirige el Centro de Historia UNI y es profesor de postgrado en la Universidad Nacional de Ingeniería. Participa activamente en el debate intelectual peruano desde la sociología de la literatura, el marxismo lukacsiano, las perspectivas postmodernas y la filosofía de la interculturalidad. En su libro "Adiós a Mariátegui. Pensar el Perú en perspectiva postmoderna" propone, como horizonte utópico de la actualidad, la convivencia digna, enriquecedora y gozosa de las diversidades que enriquecen a la sociedad peruana. Contacto: jilopezsoria@gmail.com

11 abr 2012

Apostar por la ciencia y la tecnología


José Ignacio López Soria

Escrito para La República el 27/02/2011 con motivo de la publicación del “Manifiesto por la ciencia, la tecnología y la innovación” del Foro por la Ciencia y la Tecnología.

Invertir 1 dólar y recibir como retorno, sin extrañas mediaciones, 6.5 dólares no es nada fácil. Pero un reciente estudio, que ha evaluado el Programa de Ciencia y Tecnología llevado a cabo en el Perú gracias a un crédito del BID, ha mostrado que esto es posible cuando se invierte articulando ciencia, tecnología e innovación (CTI).  No es fortuito, por eso, que presidentes como Obama, Piñera y, antes que ellos, Lula, hayan apostado por la inversión en educación y, particularmente, en CTI para enfrentar los retos del siglo XXI.

Hasta ahora, sin embargo, la sociedad peruana y el Estado le han prestado poca atención, si alguna, a la inversión en CTI. De hecho, el Perú figura, en este rubro, en la cola de los países emergentes. La inversión en investigación y desarrollo, como porcentaje del PBI, llega en Israel a 4.7%, en Corea del Sur y Finlandia a 3.5%, en Brasil a 1.1%, en Chile a 0.7%, en Argentina a 0.5%, mientras que en el Perú estamos en el 0.1%.  

Frente a esta situación, y teniendo en cuenta el silencio casi unánime de los planes de gobierno de los pretendientes a la presidencia a este respecto, un selecto grupo de investigadores, científicos, ingenieros y empresarios ha decidido tomar la palabra. Y lo ha hecho, primero, constituyendo el Foro por la CTI y, segundo, publicando el “Manifiesto por la ciencia, la tecnología y la innovación”, aparecido recientemente en este y otros periódicos del país. Se adhieren al “Manifiesto” importantes universidades, institutos de investigación y academias de ciencia y tecnología, además de gremios empresariales y organismos internacionales. La propuesta del “Manifiesto” está siendo comentada ampliamente por los medios y ello ha llevado a los candidatos a la presidencia a declarar su compromiso con la inversión en CTI.

Los “manifestantes” consideran que “el buen momento por el que atraviesa el país” no se convertirá en desarrollo sustentable sin una apuesta clara y decidida por la CTI. Para ello proponen llegar al 2021 con, al menos, una inversión del 1% del PBI.

Pero no se trata solo de fijar una cifra. Los miembros del Foro por la CTI, que junta a académicos y empresarios, están decididos a comprometer al sector político y a apoyarlo en la elaboración y puesta en práctica de políticas de inversión en ciencia, tecnología e innovación. Para ello, convocarán, primero, a los candidatos para que expongan sus planes al respecto, y, segundo, se han propuesto identificar las prioridades nacionales y regionales de inversión en CTI. Pero la tarea no acaba ahí. Es preciso, además, pensar estrategias y proponer instrumentos concretos (fortalecimiento de determinadas áreas de postgrado, programa de becas, colaboración de científicos y tecnólogos peruanos que trabajan en el exterior, fondos concursables de investigación y desarrollo para proyectos mancomunados de académicos y empresarios, incentivos tributarios a la inversión en CTI, etc.). Y, finalmente, es voluntad manifiesta del Foro contar con las regiones y, juntos todos, mantener una actitud vigilante para que el sector político “se compre el pleito”: elabore y lleve a la práctica políticas serias de investigación y desarrollo.      

Solo así, piensan los “manifestantes”, aunque no solo ellos, será posible que la bonanza por la que pasa el Perú vaya más allá de la “prosperidad falaz” –de la que habló Basadre refiriéndose al guano- y ponga las bases de un desarrollo sostenible y beneficioso para todos los peruanos.

Las cartas están sobre la mesa. Hay que apostar, pero se trata de una apuesta en la que, como señalamos al comienzo, el ganar está asegurado.



1 comentario:

  1. Debemos apostar por desarrollar la investigación y la actitud científica en nuestros estudiantes, a través de un currículo pertinente como el que propone la región Arequipa. Desde la escuela a partir de Educación Inicial. Para eso es necesario brindar la infraestructura y la tecnología adecuadas en cada IE lo que implica un presupuesto de parte del estado, que el 0,1 % del PBI es fuertemente insuficiente o casi nada. ¿Que avances o logros podemos esperar en ciencia y tecnología? Nada.

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